El pene de mi padre


Sorprendido quede cuando salía de mi habitación a media noche,  mi padre andaba por los pasillos y estaba desnudo, con su pene más duro que una roca, era el primero que veía en mi vida y me fascino ver eso, era fantástico, quise cogérselo en su momento.

Y es que mi padre tenía un pene apetitoso y jugoso, de los grandes, grande. Estaba en bola solo para mí en unos instantes, paso a tan solo unos centímetros y yo no sabía dónde poner mis ojos. Acaso en su sexo o en su gran torso velludo o  tal vez en sus grandes piernas. Ansié ser una vieja para que me revolcara en su cama.

Cerró la puerta, quería ver semejante protuberancia apuntándome de nuevo, acaso ustedes no….    

Comentarios

Publicar un comentario