Los soldados
también son seres humanos, sienten y se masturban como todos nosotros, o más
ante tanto encierro. Se ha comprobado científicamente que se escapan de sus
trabajos para ir a trabajar su mano y hacerse una suculenta manuela, así cogen
una fascinación por este arte que practican aun después de acabar su servicio
miliar.
Y es que tantas
horas, enloquecen a cualquiera y deben buscar la forma de desahogarse, por el
medio que sea. Unos que otros, sostienen relaciones sexuales, sean orales o
penetrativas con sus compañeros. Juegan mucho con sus penes.
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