Lucio en avenida brasil. El hombre de pelo en pecho, yigolo, complace muy bien a las mujeres para robarles o que lo mantengan. Como no mantener semejante cosa. Poderle bajar esa trusa y disfrutar de ese cacao, que peludo lo debe tener.
Es claro que una buena revolcada con él vale la pena. Un hombre que sabe usar muy bien sus atributos y los explota.
Yigolo, avenida brasil
Quieren de ese cacao, paguen el precio de tenerlo encima haciendo cosas ricas. No trabajan, se ganan la vida con el sexo. De cama en cama satisfaciendo a más de una que lo necesita. Su cuerpo es su instrumento de trabajo, su arma de seducción. Pero su verga lo que la tiene contentas.
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