Me llevaron para las clases practicas con un instructor morboso. Que lempo de hombre el que me toco. Ese apretón de manos me lo dijo todo
No me las creía, en la moto, poniendo mi pene casi en su culo, mientras manejaba, que se iba poniendo duro mientras llegábamos a la pista.
La pista se localizaba a las afuera de la ciudad. Cuando le dio por parar, tenia ganas de orinar. Se hizo a un lado de la carretera, se lo saco, se demoraba mucho , esa mano iba y venia, me acerque se estaba haciendo la paja Casi al frente mío
Verga grande , gruesa, peluda, me llamo la atención, con mucho vello saliéndole de la cremallera del jean. Esta como rico hacérsela aquí-
-Si quieres, yo espero
-Necesito desahogarme hombre
Yo solo miraba como un cuarentón se desahogaba sin temor.
No nos percatamos, pero venia una patrulla de la policía. Bajaron de la moto a inspeccionar que hacia el sujeto en cuestión, que no dejo de hacérsela ni un segundo.
Que huevas tan peludas
dijo uno de los policías
Puedo tocarlas
-Toca viejo. Sus huevas llenas de pelos y largos, jalaba de ellos. Cuando por el radioteléfono informaban de un choque, se marcharon. No acabo de correrse, se la entro y seguimos el camino.
Los moteles
Muy cerca a la academia había paso obligado por los moteles. Siempre me mencionaba en las lecciones, que rico estar ahí, pasándolo bueno, mamando y que se la mamen. Yo no paraba de mirarle esos brazos peludos. Incluso cuando me explicaba mi mirada era para ese pelo en pecho.
A la segunda lección íbamos con tiempo, cerca a los moteles, paramos en un semáforo en rojo. Otra pareja al lado, ella con una falda muy corta, que él quedo hipnotizado. Se quedo viéndola. El man de la moto le respondió
-Te gusta, nos la comemos, vamos
Lo seguimos a unas cuantas cuadras. Paqueo la moto e hizo que lo esperara en recepción mientras ellos dos se comían a la vieja, Como se demoraban, 30 minutos para salir abrochándose el pantalón, me hubiera encantado ver esa faena. Una escena de porno en vivo
El hombre morboso la pasa mejor
Esa semana no pude asistir más a la académica. A la siguiente sin falta, pero no llegaba. Llego agitado, note que tenia algo en la cara, era semen, pero preferí no decirle nada.
Entramos a más conversaciones, lo que me dio confianza para agarrarme de su bulto y a cada hueco, como se lo apretaba, poniéndose dura la cosa.
-Vamos al motel, yo gasto. Ya es tarde y tengo otro turno. Si no encantado que un pelao como usted se lo quiera comer.
Al menos disfrute tocarlo mientas íbamos a la academia. – Tenía que esperar, pues no podía entrar con esa erección a flor de piel a su sitio de trabajo.
al parecer si te lo vas a comer…
La cuestión es que me fui para mi casa. A los cinco minutos me marco, cancelaron la clase. Me devolví, rumbo al motel. Yo encantado de comerme eso.
Entramos y él ya lo tenia duro. Se notaba en el jean. En la calle antes de entrar no lo pasaron por alto la gente que se quedaban viéndolo. Hasta el recepcionista lo noto.
En la recepción se quito la camisa, mucho calor, mientras nos daban la llave para ir al segundo piso. Abrimos.
Se bajo los pantalones con los calzoncillos, que pene tan peludo y enorme. Creo no necesitas presentación, ya lo conocías. A mamar.
No me lo podía meter a la boca, con eso digo todo. Se lo mamaba mientras tomaba el citófono y pedía condones. Tú sigue
Esto no me puede pasar a mí
otra vez la policía atravesándose
Habían golpeado a todas las habitaciones, requisa. No nos habíamos dado cuenta. Así que entraron y nos pillaron en esas. No nos dejaron vestir y salir en bola. Otros clientes en boxer en el corredor
Sin vergüenza
Yo me tapaba, pero el erecto, los policías tenían cuidado de tocar eso. Aunque se parecían mucho a sus bolillos.
Me molesto tanto eso que salí del motel apenas pude. Él también se vistió rápido, lo llamaban de la academia, dejo los calzoncillos negros en la cama. Yo lo note, pero era cuestión de salir del lugar, ojala su mujer no se de cuenta que hoy salió con ellos y regresa sin ellos.
Ya en las ultimas clases me presento a sus hijos grandes, un chico y una chica. Con ese padre que tienen, ese pene peludo, ese sexo. Que me entraron las ganas
Con tantas ganas y ya serían las ultimas clases. Tantos percances y no volvería al motel ese.
Y si lo hacemos por aquí en el campo , yo conozco un lugar en la pista
lo he hecho ahí y no me han pillado cuando lo he hecho
Era cerca de la pista, desde allí veíamos a los otros instructores en la pista, en medio de los matorrales. Se quito la ropa en silencio, toda, ven aquí.
Me senté encima y con su mano derecha metía su verga. Esta grandísima y ni un condón a la mano, pero empezaba a entrar esa cabeza inmensa, toda mojada.
Desde allí no nos alcanzaba a ver, pero nosotros a ellos si. Donde nos hubiera pillado, hubiera sido muy incomodo. Me la metía toda, ese abdomen peludo, su barba rosándome.
Empezó a llover, nuestro cuerpos mojados, pero sincronizados para recibir placer de ambas partes. llenos de tierra. Se corrió dentro de mi, después de muchas embestidas, lleno de semen, estaba cargado. Para aquel momento paro de llover
Aún así se sentía un calor. Nos vestimos y salimos, él sin la camisa, que calor. Nadie se dio cuenta que acabábamos de tener sexo en los matorrales.
En ese mismo lugar lo hicimos varias veces y luego nos poníamos andar en la moto
De vuelta me dejo sacársela mientras manejaba, yo se la pajeaba de nuevo, que volvió a estar dura. Conducía a toda, otros transeúntes se quedaban viendo como se la masturbaba. Pero no nos importaba
Hasta llegar al parqueadero y botar la leche ahí. Fue la ultima lección
Yo quede en llamarlo para que me ayudara a escoger la moto. Contesto, pero agitado. Estas ocupado.
-Es que estoy en un motel, me corro y voy; me lo imaginaba desnudo, siendo comido por un chamaco.
Llego apurado, te sacaron toda la leche
-Toda.
Hicimos la vuelta y caminamos comiendo un helado, yo solo miraba su bragueta, con ganas de repetirlo.
Encuentro en el baño con el instructor morboso
Paso tiempo para encontrarnos de nuevo. Yo tenía una cita en el hospital y él salía, había acabado de nacer su nieto, estaba cargándolo. Al verme ese bulto se formo.
Le señale el baño y allá fue a dar, se bajo los pantalones y contra la pared. Lo tenía mas grande y las arremetidas brutales. Hasta un man llego y nos vio en esas, esta ocupado, continuando. El hombre se estuvo un rato viendo como me cogía y se fue
Haciéndomela, recordando aquel momento
Hasta la regada de leche fue explosiva. Nos acomodamos y salimos. Ya venia seguridad a ver que pasaba en el baño. Pero ya no nos encontraron. Eso si hallaron el semen de ambos regado en el piso
Él se subió al auto a llevar a su familia y yo en la moto, como me dolía, pero satisfecho.
el del domicilio me lo hace
Con esa cara como le digo que no. Hasta propina se merece por los servicios prestados
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