El macho del gym

Ser culeado por el macho del gym. Me habían dado una pastilla roja de regalo, pero tendría que tener cuidado, pues quien se la tomaría se pondría como un caballo en celo a los pocos minutos, queriendo coger lo que se le atravesará. Se usaba para animales. La diluí en el macho del gym de un vecino que vive a unas cuantas cuadras de mi casa que se encontraba en el gym. Calvo, cuarentón, pero con un cuerpo marcado y peludo. Vivía solo, separado y con dos hijas de madre distinta. 

El macho del gym

Quieres ser comido

Aproveche el descuido para mezclarla con su agua. Quien no dudo mucho de ella. Empezaba a ponerse extraño, salió del gym y yo detrás, trate de entablar conversación de camino a su departamento. En esa trusa gris ya veía un bultazo estallando esa tela. Y eso. A lo que reaccionó tapándose con las dos manos, por suerte estábamos cerca, me regalas algo de agua.

Lo que me quiere hacer

Yo me dejo

Te meto todo eso

Entramos a su departamento, pequeño, pero cómodo. Se quitó el esqueleto, que tenía tetillas, torso y abdomen peludo.  Fue a servirme el vaso de agua, para su regreso a la sala yo ya estaba en cuatro con la pantaloneta en mis tobillos, ofreciendolo. No puso resistencia, se bajó la trusa, se acercó a mí, metiendomelo como perro en celo. Tenía uno grande como siempre lo sospeche. Pero su movimiento era lo mejor, ese va y viene con el vapor de sus boca en mi oreja.

Se la voy a meter hasta el estomago

Se esta alistando

Pero vale la pena sentir un buen macho.

Con miedo, pero hágale

Es que lo tiene bien grande

yo cerca a la ventana, mirando la calle abajo, los vidrios no eran polarizados, por lo que cualquier vecino pudo ver el acto. Creo que él no iba a descansar hasta que le saliera su buena dosis de leche. Yo feliz de lo que me clavaba, hasta sentir en mis nalgas su vello pubico. Cada músculo de su cuerpo estaba tan bien hecho, esas piernas grandes y peludas. Era una maquina imparable de sexo que no paraba ni un instante.

Estábamos haciendo ejercicio  que dejamos de hacer en el gym, pero desnudos y pegado el uno con el otro. Llegué a pensar que me iba a correr primero yo, Esa pose de tenerme como un perra, le fascinaba. Me llevo la cara contra el vidrio de la ventana y sentí el líquido seminal correr y aún así no la sacaba. Como por un minuto se quedó allí con los ojos cerrados. La verdad no quise quitarme toda esa leche que dejó dentro de mí, por lo que subí mi pantalón. El se puso unos calzoncillos negros y me ofrecio un cigarro.

Creo que ambos no nos arrepentimos de lo que hicimos, pese a ser su primera vez con hombres, muchas mujeres hasta ahora. Él sí se metió a bañarse, fui a despedirme, la tanga negra en el suelo y el vidrio de la ducha me dejaba ver como se la masturbaba compulsivamente, producto de la droga que corría por sus venas.

No lo interrumpí y salí del departamento contento de haberme hecho suyo. Daba ganas de repetir de recordar como me encamo. La cuestión es que una semana más tarde me lo encontré en la plaza principal y fuimos a tomar un café. Acabo de llamar a mi novia y que no vendrá, ya tenía todo listo, ya había comprado condones y tenía ganas de clavarselo hoy. 

La razón porque voy al gym

la verga del instructor morbo en el gym

A entrenar duro en gym, como debe ser, si es con ayuda mucho mejor

El macho del gym

La mesa era transparente y yo veía un bulto. Está duro, creo que lo dije en voz alta. Sí, volteo a mirar si había alguien cerca y se lo saco por la cremallera del jeans negro. Mira y se lo masturbaba un poco. Yo podría ayudar, vamos.

Nos empelotamos en un segundo y fuimos a su cama, para montarme encima de eso. Acostado dobló sus dos piernas y empezó a introducirlo, no fue tan doloroso como la primera vez, me envestia. Sus manos detrás de la cabeza y que todo pasara. Sentía el placer que le provocaba en sus ojos. Me apretaba fuertemente el cuello, creo que eso me gustaba más. Nos besabamos y también tocaba mi cuerpo, mi pecho y masturbaba mi verga sin parar.

La estábamos pasando tan bien, el uno con el otro. Hasta que llegó su sobrino, quien tenía llaves del lugar. No dudo en tocar la puerta, todo está bien.  Si ya salgo,con su verga dentro de mi. Espera, se puso sus calzoncillos negros y salio con esa verga aún erecta. Le explicaba que no estaba solo, que tenía a una vieja allí adentro. Lo despacho

Cuando lo vi entrar más ganoso que nunca,los calzoncillos afuera, la erección no la había perdido, creo que estaba más grande y continuamos en lo nuestro. Tiro todo lo que había en una repisa al suelo, me puso ahí. Frente a un espejo, donde vemos nuestras caras mientras teniamos sexo. En la alfombra, trataba de escaparme, pero con más fuerza me lo metía, la llegada de su sobrino lo había dejado caliente. 

Me corro, por lo que en un segundo su pene venoso pasó de mi culo a mi boca, apenas hizo contacto con ella los litros de leche salían a borbotones. Su novia llamó justo a tiempo, cuando se había corrido. Gracias, me despidió de su departamento solo usando los calzoncillos. Cada vez que le veo entrar con su novia, se lo que están haciendo al interior del mismo.  

Como es la culeada

Dejamos todo lleno de leche

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