Como pareja gay, decidimos adoptar un hijo pequeño. Nos gustó
uno, pero tenía un hermano mayor de 17 años. Para no separarlos, escogimos a
los dos. Durmió a su hermano y llegó a la sala sin camisa.
-Señores tengo algo que les va gustar, bajándose la
pantaloneta a los tobillos, sin calzoncillos, su verga peluda. Nos quedó claro
que ya no es un niño. Se la volvió a subir, quedándonos claro, que trajimos a
un niño y hombre a casa
Solíamos tener relaciones sexuales con preservativo, pero
estos usados últimamente se extravían. Nos preocupaba que el menor los cogiera.
Yo los cojo, para humectar mi cuerpo, el mejor humectante. Si quieres puedo
darte un poco, está bien. Mi pareja se fue y a masturbarme frente a el sentado,
viéndome. Le ayudo y se lo metió a la boca, con ese boso, llenándolo de leche
por completo.
Cuando dejaba la puerta abierta, desnudo en la ducha, a
espaldas, haciéndose la paja. Y quien de ustedes es el activo o el pasivo.
Somos versátiles, yo más activo, pero a veces me la meto para el disfrute. No tardó
mucho en espiarnos, a ver como lo hacíamos, con la habitación abierta y de
repente, éramos tres en la cama, dándome por el culo, mientras yo se lo metía a
mi pareja.
También llevaba mujeres a casa o nos mostraba al dejar caer
la toalla; con los hombres usaba condón, con las mujeres, no, procrea. Hasta
que un inspector de bienestar nos visitó y el salía desnudo, tapando su sexo
repeludo. Fue a cambiarse, poniéndose solo un calzoncillo; el inspector no hacía
más que sudar
Vimos por ventanas como se comía a vecinas. Hasta nos
llevamos al menor a la playa de vacaciones, sin saber que teníamos cámaras en
el departamento, observábamos como culeaba a las mujeres y algunos hombres.
Semen había por todas partes, al regreso.
Que tanto haces
Estoy ocupado, ya te lo dije
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