Fui a visitar a mi hermano, el mayor, que vive con su esposa en el sur. Más de cuatro años sin vernos, un barrio pobre y hecho a maderas. No estudió, de vago, el morenazo de la familia. Cuando entre que lujos los que se dan, tv plana, gran sala, cama, todo de lujo. En verdad quieres saber cómo conseguí, todo esto, me la he guerreado duro, literal. Cuando agito la mano empuñada, no llegaba a imaginar que lo duro iba en serio, en sus pantalones, del mismo tamaño y grosor. Salgamos y te enseño como lo logre.
Veo bocas de mujeres y hombres, tragándose
al morenazo; él disfrutando al máximo, lo veía en su gestualidad. Tan grande y
gruesa, que no puede creer que crecí con eso a mi lado. Se lo pelean por jalársela,
por mojarlos con sus labios; hombres de todas las edades, colores y razas. 20
minutos de masturbación a manos llenas y sexo oral
Apenas pudo zafarse, me quito la
ropa de mis manos, eso cabía en su pantalón, a tiempo estamos. Una despedida de
soltera, donde él era la sorpresa, a quitarse la ropa frente a todas esas
mujeres. Y frente a todas las asistentes se comió a la novia, a la futura
esposa, la luz la apagaban y prendían. En el suelo, como se lo metía, sus
huevas llenas de pelos inundaban semen en sus cavernas
Jugó de borojó a media noche y
tuve que esperar en la recepción del hotel mientras se comía a una veterana. De
nuevo en casa, tenía fuerzas para comérsela, como se escuchaba esos gemidos por
toda la casa. Luego salió al baño empelota, con eso tieso. No sé si a orinar o
a lavársela.
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